exploración plena con atracciones a un paso

me encantó la ubicación, ya que a menos de 5 minutos a pie se encuentra el impresionante Castillo de Torija y la hermosa iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que son lugares perfectos para disfrutar de una caminata relajante, además el restaurante del hotel tiene una comida maravillosa que no te puedes perder, haciéndolo ideal para quienes aman disfrutar de los detalles locales, aunque la cama podría ser un poco más cómoda para asegurar un descanso reparador después de un día explorando.

Tal cual lo pienso, ni más ni menos

Un lugar encantador donde la amabilidad de los propietarios resalta. Las habitaciones son cómodas y limpias, y el restaurante ofrece un menú del día excelente a buen precio. El ambiente es tranquilo, perfecto para relajarse. Sin duda, una experiencia que vale la pena repetir.

Desayuno muy completo y abundante.

Pasamos un gran fin de semana con amigos. Hicimos un tour por la zona y nos deleitamos con la buena comida del restaurante. Además, cuentan con un servicio turístico en el hotel que nos ayudó a planear nuestras actividades. Es un lugar perfecto para disfrutar en grupo y relajarse después de un día explorando.

La cena no ofreció muchas opciones en el menú, así que si buscas variedad para la cena, puede que te decepcione un poco.

Impecablemente limpio y atención excepcional con un ambiente acogedor en un salón histórico.

Pasamos unos días fantásticos en este lugar encantador con la familia, incluyendo a mi tía. Disfrutamos de un menú delicioso en el restaurante, que nos sorprendió gratamente a todos. El ambiente rusticó es perfecto para relajarse después de un día explorando la zona.

A mis hijos les hubiera gustado tener un área de juegos para entretenerse un poco más.

El edificio es realmente acogedor y tiene un encanto especial. La habitación que reservamos era bastante grande y estaba impecablemente limpia. A pesar de estar cerca de la autovía, no se escuchaba ningún ruido, lo que me sorprendió gratamente. El desayuno fue un verdadero deleite. servidos en mesa y con una variedad que incluía embutidos, quesos, y un bizcocho que hacía Pilar, la dueña, que estaba delicioso. La atención por parte de Pilar fue excepcional. se notaba que le apasionaba recibir a sus invitados. Sin embargo, en el baño de nuestra habitación faltaba un soporte para el papel higiénico y un lugar para los artículos de ducha, lo que resultaba un poco incómodo. Aun así, todo lo demás superó ampliamente esa pequeña molestia.

El hotel es precioso y cómodo, la atención del personal es de gran calidad y no se escucha ni un ruido externo. Una escapada ideal con buen parking y actividades ofrecidas en la zona.

Pero si buscas un menú a la carta en la cena, más vale que prepares un bocata para llevar.

El desayuno era abundante y todo muy rico, pero el wifi no era muy rápido.

el wifi no era muy rápido, pero la atención de la señora que nos recibió fue genial, nos prestó un secador y nos ayudó con información del pueblo. el desayuno en el restaurante era abundante y todo muy rico. la habitación bien decorada y limpísima, dando una impresión acogedora.

Un sitio estupendo con habitaciones amplias y cómodas. Además, la comida en el restaurante fue espectacular, ¡no puedo esperar a volver!

me sentí como si fuera mi propia casa, no tengo ninguna queja en absoluto

Me gustó mucho la amabilidad de los propietarios, que hacen sentir a los huéspedes como en casa. Las habitaciones son espaciosas y limpias, lo que contribuyó a una estancia muy agradable.

Sin embargo, la almohada era un poco baja para mi gusto y la cama hacía algo de ruido al moverse, lo que puede afectar el descanso.

El Hotel Rural El Salero es un lugar encantador donde disfruté de una atención excepcional. La habitación era muy limpia y cómoda, con un ambiente acogedor. Lo mejor fue el desayuno, que incluía un delicioso bizcocho casero hecho por Pilar, que hacía cada mañana especial. Además, la decoración del restaurante, en un antiguo establo bien conservado, sumó un toque único a nuestra estancia.

El baño carecía de soporte para el papel higiénico.